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Rodrigo Méndez

¿Cómo decorar tu espacio?: Teoría del Color, y el Diseño de Interiores a la hora de escojer Arte


Decorar tu espacio con la pintura adecuada puede ser una tarea abrumadora, hay muchos factores a tener en cuenta, como el estilo de tu espacio, el tema de la pintura, la textura y el medio de la obra de arte, etc. todo esto puede ser un poco abrumador.


La teoría del color y la rueda de colores pueden ser extremadamente útiles para guiar tu proceso de selección. Estos principios pueden ayudarte a crear un esquema de color cohesivo y equilibrar los colores en tu espacio. Sin embargo, en última instancia, es importante elegir una pintura que te encante y que te hable, ya que esto asegurará que la disfrutes en el futuro. Al considerar todos estos factores, puedes seleccionar una pintura que realmente realce la belleza y el carácter de tu espacio. Al usar la teoría del color, la rueda de colores y los principios de diseño de interiores, puedes elegir una pintura que no solo realce la belleza de tu espacio sino que también refleje tu estilo personal.



Los conceptos básicos de la teoría del color y la rueda de colores


La teoría del color es un concepto fundamental que implica comprender las relaciones entre los colores, sus matices y los niveles de saturación. Se basa en tres colores primarios, rojo, azul y amarillo, y sus colores secundarios son verde, naranja y morado. Estos colores se pueden dividir en tonos cálidos y fríos. Los colores cálidos incluyen rojo, naranja y amarillo, mientras que los colores fríos incluyen azul, verde y morado.


Comprender la teoría del color puede ayudarte a seleccionar colores que se complementen entre sí y crear un esquema de color armonioso para tu espacio.



Utilizando la rueda de colores

La rueda de colores es una herramienta increíble con muchos usos. Lo uso principalmente para crear esquemas de color que son visualmente atractivos y armoniosos. Se basa en los tres colores primarios (rojo, azul y amarillo), los tres colores secundarios (verde, morado y naranja) y los seis colores terciarios (como el azul verdoso y el rojo violeta). La rueda de colores muestra cómo estos colores están relacionados entre sí, siendo los colores uno al lado del otro en la rueda análogos y los colores opuestos entre sí siendo complementarios.


Al usar la rueda de colores, puedes crear diferentes combinaciones de colores que se adapten al estado de ánimo y al estilo de un espacio. Aquí hay varias maneras de hacerlo:


Monocromático: este esquema de color implica el uso de diferentes tonos, matices y tonos de un solo color. Por ejemplo, puede elegir el azul como su color dominante y usar azul claro, azul marino y azul bebé como colores secundarios y de acento.


Análogo: este esquema de color implica el uso de colores que están uno al lado del otro en la rueda de colores, como el azul, el azul verdoso y el verde. Los colores análogos crean un efecto armonioso y relajante.


Complementario: este esquema de color implica el uso de colores opuestos entre sí en la rueda de colores, como el azul y el naranja o el rojo y el verde. Los colores complementarios crean un fuerte contraste y añaden vitalidad al espacio.


Triádico: este esquema de color implica el uso de tres colores que están igualmente espaciados en la rueda de colores, como amarillo, azul y rojo. Los colores triádicos crean un esquema de color equilibrado y dinámico.


Complementario dividido: este esquema de color implica el uso de un color base y dos colores adyacentes a su complemento. Por ejemplo, puede elegir el amarillo como su color dominante y usar el púrpura y el verde azulado como colores secundarios y de acento.


Tetrádico: este esquema de color implica el uso de cuatro colores que son dos conjuntos de colores complementarios. Por ejemplo, puede elegir el azul y el naranja como colores dominantes y usar el amarillo verdoso y el rojo violeta como colores secundarios y de acento.


Recuerda considerar siempre el estado de ánimo que deseas crear entu espacio. Si deseas crear un ambiente cálido y acogedor, elige colores cálidos como el rojo o el naranja. Si quieres crear un ambiente tranquilo y sereno, opta por colores fríos como el azul o el verde.



*Imagen por The Spruce



Usando la regla de 60-30-10:


La regla 60-30-10 es un principio popular de diseño de interiores que consiste en dividir el esquema de color de una habitación en tres partes. El color dominante debe representar el 60 % del espacio, el color secundario debe representar el 30 % y el color de acento debe representar el 10 %. Al seleccionar una pintura, asegúrate de que se ajuste a esta regla para crear un diseño cohesivo y equilibrado.


El tamaño del cuadro es fundamental a la hora de seleccionar el cuadro adecuado para tu espacio. Considere el tamaño de tu pared y los demás elementos decorativos de la habitación. Una pintura grande puede hacer una declaración y convertirse en el punto focal de la habitación, mientras que una pintura más pequeña puede complementar otros elementos decorativos.


Para usar la rueda de colores en la regla 60-30-10, sigue estos pasos:


Determina el color dominante:

El color dominante debe ocupar el 60% del espacio. Comienza seleccionando un color de la rueda de colores que deseas usar como color dominante. Este podría ser un tono cálido o frío según el estado de ánimo que deseas crear. Por ejemplo, si deseas crear un espacio cálido y acogedor, puedes elegir un color cálido como el rojo o el naranja.


Elige el Color Secundario:

El color secundario debe ocupar el 30% del espacio. Este color debe complementar el color dominante y crear un esquema de color armonioso. Para seleccionar el color secundario, busca el color en el lado opuesto de la rueda de colores del color dominante. Esto creará un esquema de color complementario. Por ejemplo, si tu color dominante es el rojo, el color complementario sería el verde.


Selecciona el color de acento:

El color de acento debe representar el 10% del espacio. Este color debe contrastar, agregando interés y profundidad al espacio. Para seleccionar el color de énfasis, busca un color que esté al lado del color secundario en la rueda de colores. Por ejemplo, si tu color dominante es el rojo y tu color secundario es el verde, el color de énfasis podría ser el amarillo.


Siguiendo la regla 60-30-10 y usando la rueda de colores, puedes crear un esquema de color cohesivo y equilibrado para tu espacio. Al seleccionar una pintura, asegúrate de que los colores complementen los colores dominantes, secundarios y de acento de tu espacio para crear un ambiente armonioso y acogedor.



En conclusión, elegir la pintura adecuada para tu espacio requiere una cuidadosa consideración de la teoría del color, la rueda de colores y los principios de diseño de interiores. Al seleccionar colores que se complementen entre sí, teniendo en cuenta el estilo y el estado de ánimo de tu espacio y eligiendo el tamaño correcto, puedes elegir una pintura que realce la belleza de tu espacio y refleje tu estilo personal. ¡Recuerda, una pintura bien elegida puede transformar cualquier espacio en una obra de arte!


En última instancia, el factor más importante al seleccionar una pintura para tu espacio es elegir una que te hable. Cualquier pintura que resuene contigo y te traiga alegría realzará la belleza y la comodidad de tu espacio.


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